En ese contexto Según las conclusiones brindadas por la organización sindical, que continuará siendo liderada por Sergio Palazzo, los trabajadores bancarios han logrado mantener sus salarios en relación a la inflación, pero se han visto obligados a ajustar sus presupuestos familiares debido a la "liberalización de los precios y la devaluación en diciembre de 2023".

En ese sentido, la Bancaria señaló las políticas implementadas por la actual gestión como responsables de la caída del poder adquisitivo de los salarios, la disminución del consumo y la producción, el cierre de empresas, los despidos y el creciente desempleo. Entre las medidas que han generado malestar se mencionan la ley Bases, el veto al aumento de jubilados y el próximo veto a la ley de financiamiento de las universidades.

La Bancaria también criticó el Decreto de Necesidad y Urgencia 846/24, que habilita al gobierno a canjear títulos de deuda en cualquier moneda y a cualquier precio, señalando que la prioridad del gobierno es satisfacer a los sectores financieros que especulan con la deuda pública y las tasas de interés.

En este contexto, la organización sindical expresó su preocupación por el derrotero económico del país, equiparándolo al camino que llevó a Argentina al colapso de 2001, con más ajuste fiscal, mayor endeudamiento para garantizar la provisión de divisas y una fuga de capitales que perpetúa un saqueo económico.

Además, la Bancaria denunció que el Gobierno incumple con sus obligaciones en diversos ámbitos, violando la Constitución Nacional y sin cumplir con la coparticipación federal, la salud, la educación, la previsión social, las inversiones en infraestructura, ciencia y tecnología, y la defensa nacional.

Finalmente, el sindicato calificó como "inaceptable" la situación de violencia que enfrentan los jubilados y los niños que padecen hambre, recordando las alarmantes cifras de pobreza y carencias en el país según datos de la UNICEF y el INDEC.