En ese sentido el dirigente del SOMU Juan Navarro sostuvo a Mundo Sindical "el sindicato no tiene de rehén a la gente; al contrario, es la gente quien ha dado un mandato claro: no aceptar una baja en los salarios. "La misma gente dijo que no, que no quería una baja, que no iban a salir con una baja del salario." Este mandato se sustenta no solo en la necesidad económica, sino también en el compromiso de mantener la dignidad laboral de los trabajadores. Sin embargo, las empresas han optado por jugar con esta necesidad, utilizando tácticas mediáticas para presionar a quienes dependen de sus sueldos.

Cabe señalar que el foro realizado en Madryn se convirtió en un escenario en donde las empresas intentaron abrir el norte para manipular a los trabajadores, sugiriendo que la falta de naveganza era culpa de los sindicatos. Navarro refuta esto, recordando que son los empresarios quienes, al no presentar sus costos reales y esquivar conversaciones en el Ministerio de Trabajo, evitan encontrar soluciones reales al conflicto.
CONTRA LAS MENTIRAS Y A
FAVOR DE DIÁLOGO
Las afirmaciones de que los trabajadores son responsables de las pérdidas en las empresas son, según Navarro, infundadas. "Nunca me dijeron vamos a sentarnos a hablar, te explico cómo son los costos laborales nuestros." El diálogo se vuelve esencial, pero parece estar ausente en la estrategia empresarial, que prefiere lo mediático a la negociación real. Navarro destaca: "Ellos no sacan los barcos a navegar, son los dueños de los barcos."
El líder sindical es claro en su postura: no se aceptará una reducción del 30% en los salarios. "La quita del 30% no va a ser, no será del treinta, ni veinte, ni nada." Se aboga por alternativas que no involucran sacrificar el sustento de los trabajadores, como, por ejemplo, solicitar al gobierno la reducción de impuestos.
UNA LUCHA QUE TRASCIENDE
LO ECONÓMICO
El reto que enfrentan los trabajadores marítimos más allá de lo financiero; se trata de la preservación de la identidad y de las empresas argentinas. Navarro advierte sobre los peligros de una política de permisos de pesca restrictiva que podría dejar a muchos sin su medio de vida. "Si siguen con esta postura, nos vamos a quedar sin empresas argentinas y perdemos todos." La trampa de la guerra mediática solo genera más división y confusión en un sector que necesita unidad y fortaleza.

A pesar de la adversidad, los trabajadores están dispuestos a salir a trabajar bajo las condiciones actuales. La historia reciente ha demostrado que el sacrificio y la flexibilidad han formado parte de su realidad, pero la aceptación de nuevas reducciones salariales no será un camino viable. Navarro concluye: "Hoy no nos hemos sentado porque la única propuesta es bajar el 30%. Para nosotros la única propuesta es no bajar el 30%."

La lucha por la dignidad laboral continua, y mientras Juan Navarro sea la voz que defiende los derechos de los trabajadores, hay esperanza de que la justicia prevalezca.