En ese contexto durante la manifestación, Durdos enfatizó la gravedad de esta situación, afirmando que "lo primero que se pierde es la soberanía". Estas palabras resuenan en un contexto donde la identidad marítima y fluvial de Argentina está en juego.

El líder sindical no dudó en criticar las declaraciones del ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, quien en un canal de streaming había argumentado que el cabotaje en Argentina "tiene costos altísimos" y que la Marina Mercante "no existe".

En su discurso, Durdos subrayó la rica historia marítima de Argentina, destacando que "Argentina es la octava geografía del mundo" y posee más de 6 mil kilómetros de extensión fluvial. Sin embargo, lamentó la falta de una marina mercante robusta, especialmente en el ámbito fluvial, donde se ubica la hidrovía Paraná, y que actualmente cuenta con una flota de aproximadamente 46 barcos, en su mayoría dedicados al transporte de combustible. De estos, alrededor de 24 navegan bajo bandera nacional, mientras que los restantes operan con otras banderas pero reciben el mismo tratamiento en cuanto a obligaciones.

Raul Durdos, en diálogo con Mundo Sindical, expresó su preocupación por la propuesta de ley y sus implicaciones para la industria marítima argentina. "No podemos permitir que la soberanía de nuestros mares y ríos sea vulnerada por intereses extranjeros", afirmó, haciendo un llamado a la unidad de todos los trabajadores del sector para defender los derechos laborales y la soberanía nacional.

Cabe señalar que la movilización del SOMU se enmarca en un creciente descontento entre los trabajadores marítimos que ven en las políticas del gobierno una amenaza no solo a sus empleos, sino también a la identidad y autonomía del país en el ámbito marítimo.
Además la lucha por la defensa de la marina mercante y fluvial sigue siendo un tema central en la agenda del sindicato de Obreros Marítimos Unidos, que se mantiene firme en su compromiso de proteger los derechos de los trabajadores marítimos y la soberanía nacional.