En ese sentido según pudo constatar Agencia de Noticias Bonaerenses con fuentes de la CGT, las dos principales opciones para reemplazar a Pablo Moyano son su padre, Hugo, o Jorge Taboada, actual secretario adjunto de la Federación Nacional de Trabajadores Camioneros y líder del sindicato en Chubut. "Hasta ahora, será el propio Hugo o Jorge Taboada; no hay otros candidatos", afirmó una fuente anónima a Infobae, lo que indica la preferencia de la cúpula cegetista por mantener la continuidad del liderazgo en manos de figuras cercanas al sindicalismo tradicional. Hugo Moyano está considerando la posibilidad de suceder a su hijo mayor en la CGT hasta el final del mandato de las actuales autoridades, que culmina en noviembre de 2025. Sin embargo, esta decisión no está exenta de complicaciones, ya que su esposa, Liliana Zulet, ha expresado su preocupación por la salud de Hugo, sugiriendo que debería priorizar su bienestar y evitar situaciones de estrés que puedan comprometerlo. La CGT tiene previsto presentar al nuevo candidato en una reunión de la mesa chica que se llevará a cabo en el dia de hoy martes en la sede de la UOCRA, ubicada en la avenida Belgrano 1870. Este encuentro marcará el reencuentro de la dirigencia dialoguista y sus aliados, que se habían reunido previamente el 19 de noviembre en UPCN, donde decidieron no llevar a cabo nuevas medidas de fuerza y ratificaron su disposición al diálogo con el Gobierno. Sin embargo, esta postura conciliadora ha causado fricciones dentro de la CGT. Pablo Moyano renunció a su cargo en la central debido a su desacuerdo con las decisiones de la mesa chica, expresando su frustración en una carta enviada a la cúpula cegetista. La situación se tornó aún más complicada cuando Hugo Moyano desautorizó a su hijo al comunicarse con los dirigentes dialoguistas de la CGT para aclarar que no compartía la posición de Pablo de impulsar una nueva medida de fuerza contra el gobierno de Javier Milei. Mientras tanto, Pablo Moyano ha mantenido su postura firme, abogando por un paro general o una movilización contra la administración actual, en coincidencia con la posición de los gremios del transporte y sectores kirchneristas que buscan coordinar una medida de fuerza para el 5 de diciembre. La tensión entre las diferentes facciones de la CGT pone de manifiesto el delicado equilibrio que existe dentro del movimiento obrero argentino, donde la búsqueda de unidad se ve desafiada por las divergencias de opinión sobre cómo enfrentar al gobierno y las estrategias a seguir. La reunión de la mesa chica de hoy será un momento clave para definir no solo el futuro de la CGT, sino también la dirección que tomará el sindicalismo en el contexto político actual. La situación actual de la CGT refleja un momento de transición y desafío, donde las decisiones que se tomen en los próximos días podrían tener un impacto significativo en la forma en que los sindicatos se relacionan con el gobierno.